Es fundamental comprender que en el boxeo el lanzamiento de los golpes no son una acción que se limita a brazos y manos, sino que es una acción coordinada del conjunto corporal en la que se utilizan los piernas, caderas, torso, todo el cuerpo interviene y se libera como un gran resorte que se descarga en el puño.

 

Esta es la clave que convierte a los puños del boxeo en puños de acero.


Este movimiento de pivote, semejante al que realiza una puerta cuando se abre y se cierra sostenida en el eje de sus bisagras es el que se aplica en la física del boxeo. La puerta sobre las bisagras es nuestro perfil. Cuando efectúa el barrido se combina con la potencia que fluye desde los pies, piernas y caderas, atraviesa torso, hombros, brazo y culmina en el puño en una secuencia casi simultánea.

 

Aquellos que apliquen este principio conseguirán utilizar su energía y masa cinética para concentrar en el puño toda la potencia multiplicada de su cuerpo.

 

Pero atención! Inmediatamente que el puño concluye su recorrido - impacte o no - y al igual que un resorte que luego de estirado vuelve a su posición natural, la mente del boxeador obliga a su cuerpo a realizar el mismo rebote, retorna a la postura y guardia original.


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